jueves, 2 de junio de 2016

2ª Reflexión: Reprobando.

Esa sensación brutal que te sobreviene cuando te confirman algo que ya sospechabas pero que, en el fondo, aún guardabas la esperanza de que no fuese cierto. 
Algo similar sucedió la semana pasada.
Me avisaron que reprobé una de mis materias y el mundo se vino encima. Lo digo de manera literal.
En ese momento no pensé en mi sino en todo lo que le ha costado a mi mamá que yo este aquí: el dinero, el esfuerzo, las esperanzas que ha puesto en mí. Todo eso se fue a la basura en tres mil seiscientas palabras. Por supuesto, la retroalimentación no fue nada amable, en pocas palabras el maestro me escupió en papel que el ensayo era terrible y no merecía la pena ni ser leído. En muchas cosas tiene razón pero en otras, no tanto. La redacción no era "illegible" y el hecho de que "sólo" haya puesto discisiete notas a pie de página no significa que no haya investigado lo suficiente. 
Pero bueno, ante el jucio académico nada se puede hacer, ahora me toca volver a escribirlo y esperar pasar la materia. No quiero nisiquiera pensar en las consecuencias de no alcanzar el pase, no me podré graduar con certficado de Maestría en Filosofía Antigua y eso es absolutamente inaceptable.

Todas las personas que han escuchado esta historia me miran con lástima, seguramente pensando que esta es mi "excusa" para justificar mi falta de esfuerzo y dedicación al trabajo. No lo es. Lo intenté, realmente lo hice. Es verdad que el viaje que hice a Roma no pudo haber sido mas inoportuno, me jodió toda la existencia y encima de todo acabé mas gastada que nunca. Carolina ni me lo agradeció y se la pasó enfuruñada conmigo porque no fui capaz de poner "buena cara" siempre. ¿Cómo podría haberlo hecho a sabiendas de que mi trabajo pendiente me esperaba aquí? Eusebio era mi ensayo más importante y lo arruiné magistralmente, ahora no puedo dejar de pensar en que sucederá con las otras tres materias que me faltan, ¿las pasaré? Dios mío, por favor, lo necesito. 

En este momento no sé que va a ser de mi vida después del 2 de septiembre. Es literal. Suena dramático, pero considerando como se han dado los hechos no es exagerado. Mi certificado de maestría peligra al igual que el plan de hacer otra maestría en filosofía política. Aparentemente la visa española solo puede ser tramitada en el país de origen (México en mi caso) o en el país de residencia, y no estoy muy segura de que la visa Tier 4 me dé el estaus de residente legal para tramirarla aquí.
Sí es así, si en efecto no puedo tramitar la visa, tendré que regresar a México. Y en ese  caso, ¿en que demonios voy a trabajar? ¿que diablos voy a hacer? Si de aquí no me llevo buenas referencias, ¿Como diablos pienso entrar a un buen programa de doctorado? ¿tramitar una beca? Toda mi vida se ve limitada por un error caguenge. ¿Acaso hay algo más horrible que eso?

Supongo que en estos casos es dónde aplica perfectamente la reflexión aristotélica: lo verdaderamente trágico siempre está en el yerro humano. 

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